Historia

La singular historia del nuevo Profesorado de Educación Física.

Fotos EF

Unos años antes de terminar la escuela secundaria, Juan Pablo Hermosid ya sabía que quería estudiar Profesorado de Educación Física. Sin embargo, el deseo no era fácil de hacer realidad. En Paraná no había lugar gratuito donde formarse en esta disciplina y sus padres no podían costearle sus estudios en otra ciudad. Así fue que a su madre, Clara Lencina, se le ocurrió la loca idea de gestionar a través del Consejo General de Educación (CGE) la creación de la carrera. En ese afán es que envió notas a la Dirección de Enseñanza Superior, a la presidencia del CGE, al Ministerio de Gobierno y hasta al gobernador, Sergio Urribarri. 
La mujer escribía en manuscrito y, al finalizar, pedía disculpas por los errores de ortografía. La primera carta, la presentaron en marzo del año pasado. Desde ese momento su marido, Mario Hermosid, se ocupó de entregar cada uno de los escritos y seguir los expedientes iniciados. La sorpresa la tuvieron, no hace mucho, cuando recibieron la noticia de que su objetivo estaba his 3cumplido. 

La directora de Enseñanza Superior del CGE, Analía Matas, indicó que “cada carrera se inicia según necesidad y demanda”. En este caso la iniciativa partió de la comunidad educativa de la escuela secundaria Gaucho Rivero, encabezada por Clara y Mario. 
El piso pretendido por las autoridades de Educación para abrir la casa de estudios era de 25 inscriptos. El primer gesto de asombro se produjo cuando el padre de Juan Pablo, presentó una lista con 70 preinscriptos. Entonces, se pensó en una carrera a término (de una sola cohorte). Sin embargo, en los cuatro días que duró el período de inscripción, entre el 10 y el 14 de abril, las encargadas de la tarea no daban abasto para anotar a los 378 aspirantes que finalmente ingresaron. Luego de cerradas las altas, llegaron otros 30 interesados más. No obstante, el ingreso ya había concluido. Frente a este hecho, empleados y funcionarios repiten que las inscripciones “superaron ampliamente las expectativas”. 
Clara dice que el esfuerzo lo hizo por su hijo y para que los gurises de su barrio (Gaucho Rivero) puedan estudiar. Ver concretada su idea y que sean casi 400 personas las que hayan tenido la oportunidad de inscribirse le “llena el alma”, al tiempo que no toma “dimensión de lo que hemos logrado”. 
El tesón de Clara no quedó allí ya que también le envió una misiva a la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, para solicitarle material para la carrera. Al tiempo, recibieron la segunda sorpresa en este periplo: el teléfono de su casa sonó y cuando atendió, le hablaron desde la Secretaría de Deportes de la Nación para informarle que su pedido había sido derivado a ese ente y que había sido aprobado. 
Si bien las pelotas, las colchonetas, los arcos, las redes y otros elementos deportivos y didácticos todavía no llegaron, desde la coordinación de la carrera y desde la Dirección de Enseñanza Superior aseguraron que están pronto a arribar. 
Clara reconoce la predisposición con que fue recibida su propuesta. Por eso agradece la buena voluntad y la prestancia del personal y las autoridades de la mencionada Dirección. 

ABRIENDO CAMINO. La voluntad para lograr que su hijo pueda estudiar en la misma comunidad en la que vive no es nueva para esta familia del Gaucho Rivero ya que cuando Juan Pablo terminó la educación primaria, gestionaron junto a otros miembros de la entidad educativa la creación de la escuela secundaria en el mismo establecimiento. Ese fue el origen de la escuela Nº 54 donde el muchacho y sus compañeros completaron los estudios medios. 

INSTALACIONES. Las clases de la extensión áulica del Instituto de Educación Superior Santa Elena se desarrollan en el salón de actos del complejo Eva Perón. A su vez, las autoridades educativas están en tratativas para firmar convenios con clubes o con la Escuela de Policía para poder desarrollar las actividades deportivas en sus instalaciones. Por ejemplo, hasta que la pileta del complejo pueda ser climatizada tendrán que utilizar los natatorios de algunas de las instituciones deportivas de la ciudad. 
Frente a esta realidad y a la gran cantidad de alumnos, los profesores debieron hacer adaptaciones curriculares para que primero se estudie la teoría y luego se realicen las prácticas al aire libre o en piscina. 

CURSADO. Las asignaturas se desarrollan de lunes a viernes de 18 a 23. El primer año se inicia con materias anuales como Pedagogía, Didáctica, Filosofía, Práctica docente, Prácticas corporales en el medio natural, Natación, Gimnasia, Prácticas ludo-motrices, Biología. Por ahora están cursando todos los estudiantes juntos, pero está planeado desdoblar la población en cuatro comisiones. Un punto a destacar para la formación de los futuros profesores es que el plan de estudio está aprobado por el Instituto Nacional de Formación Docente. Esto significa que el título es legalizado. Por lo tanto, no hay que esperar aprobaciones para su validación. 
La primera mitad del programa está abocada a la enseñanza primaria y la segunda a la secundaria. A su vez, “la caja curricular estipula que en cuarto año cada instituto tiene 10 horas para darle su impronta. Entonces, la parte de entrenamiento, de salud, de adultos mayores, también están contemplados” indicó el coordinador de la carrera, Cristian Romanatti. 

ESTUDIANTES. Los alumnos son de las distintas ciudades y localidades del departamento Paraná. Muchos están trabajando en clubes o son deportistas, incluso profesionales, o entrenadores de diferentes equipos y deportes. “Esto jerarquiza al Instituto” opinó el coordinador. Otra particularidad es que se aceptó el ingreso de jóvenes mayores de 25 años, lo que no es común para otras instituciones similares. 

PLANTEL. Para la selección de la planta docente se realizaron concursos de antecedentes en el instituto de Santa Elena. La comisión evaluadora estaba compuesta por tres docentes y un alumno (con voz y sin voto). Analía Matas destacó que de ese concurso resultaron electos profesores titulados (ni idóneos ni con títulos habilitantes). 

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FUTURO. Matas opinó que “de acuerdo a las expectativas de la población y de acuerdo a la matrícula que se inscribió, yo creo que la carrera tiene un gran futuro”. Por su parte, Romanatti dijo que “la Educación Física es la profesión del futuro porque con los grandes problemas que tenemos con la modernización que nos lleva a movernos cada vez menos, los profesores tienen cada vez más campo de trabajo como puede ser entrenamientos personales, colonias de vacaciones, preparaciones física, actividades para la calidad de vida y la salud de los adultos mayores o la inserción en equipos interdisciplinarios.” 

Pasión.“Yo soy un convencido de que no se pueden transmitir los conocimientos si uno no es un apasionado. Esto facilita mucho las cosas. Hasta se puede convivir con el cansancio y con el dolor. Esto es parte de la formación”, afirmó Cristian Romanatti con relación al compromiso que se necesita para llevar adelante esta iniciativa educativa. 

INSTITUTO. La carrera que hoy se cursa en la Escuela Hogar de Paraná fue creada como una extensión áulica del Instituto de Educación Superior Santa Elena de la localidad homónima. Allí hace siete años que se dictan los profesorados de Biología y Educación Física. En la actualidad asisten alrededor de 70 estudiantes.